domingo, 1 de junio de 2014

Construyendo himnos para el Señor...

Aquí, algunos himnos que iré publicando conforme el Señor me los regale...



CÓMO QUISIERA, SEÑOR, CANTARTE UN HIMNO.

Cómo quisiera, Señor, cantarte un himno
con todo este frágil estado de mi vida.
Cómo quisiera que mi hoy y éste mi sitio
sean los tuyos, y en ti bella melodía.

Cómo quisiera vencer mis mil temores,
romper mis ataduras, seguros días,
que estorban tu crecer, oh Cristo Amigo,
y  ni a ti ni a nadie dan plena alegría.

Cómo quisiera revivir alto deseo,
aquél de sorprenderte y sorprenderme,
hacer así la santidad naciente
y tu obra inmensurable más ardiente.

Cómo quisiera, quizás, volver atrás,
protosentires de fresca Galilea.
Cómo quisiera superar riqueza mal
y seguirte libre a donde sea.

Mientras tanto, aquí te entrego lo que tengo,
lo veo una minucia ante tu sueño;
pero acéptalo paciente, Amigo y Justo,
mas, no dejes de mirarme Tú, mi Dueño.

Mientras tanto, no me dejes, Cristo Vivo,
no abandones esta obra de tus manos.
Te siento compañero, amor, cercano,
diciéndome: “Aquí tienes un arado…”

¿Tú qué quisieras, Señor?, Dímelo pronto;
dame el escucharte y el seguirte
con mis miedos, mis rupturas y mis dudas
pero haciendo lo que quieras Tú, Locura. Amén.


SALTO, 1ro DE JUNIO, A.D. 2014. SOLEMNIDAD DE LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR.




ESCUCHARTE, SEÑOR, ¡LABOR TAN HONDA!

Escucharte, Señor, ¡labor tan honda!
Sosegar en tu Amor el interior;
descansar en tus manos las andanzas;
disponerme para un nuevo tabor.

Escucharte, Señor, ¡labor tan suave!
Delicada sementera al corazón;
corazón acallado, silencioso,
cuya más bella mies es tu voz.

Escucharte, Señor, ¡labor tan nueva!
Siempre es alba la espera de tu voz;
siempre es nueva paz y prenda en tu presencia;
siempre es nueva ésta obra de tu amor.

Escucharte, Señor, ¡labor extrema!
¡Tan fácil de esta senda es desertar!
Si abandono abandonarme ante tu pecho,
¡hálame, por tu cruz, a retornar!

Escucharte, Señor, ¡labor de vida!
Arriesgada tarea de temblor,
pues si hablas, Pescador de nuevos mares,
ya no hay paz si no se sigue esa tu voz.

Escucharte, Señor, ¡labor de encuentro!
Fuerte abrazo el crepitar en hondo loor.
Ceramista de amistades entrañables,
buen firmante de las almas para Vos.

Escucharte, Señor, ¡labor de amado!
Adviento nuevo tuyo, brisa y voz.
Quiero oírte, pero ¿cómo, si eres Verbo?:
tu silencio ya es Palabra, Pascua y Don. Amén.

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13 DE JUNIO, A.D. 2014. MEMORIA DE SAN ANTONIO DE PADUA.




TÚ, PASCUA NUESTRA, NOS CONDUCES

Tú, Pascua nuestra, nos conduces
al Padre en libertad filial.
Tú, Novedad Pascual, trocaste
en Vida nuestro solo andar.

Tú, Pascua, laceraste invicto
el viejo ardid de esclavitud.
Hoy es el día en que escapamos
y hacemos lar nuestro tu Cruz.

Tú, Pascua, vives y reafirmas
al hombre en tu obra de unidad;
aquí él te canta al ver tu gloria
¡y al ver que ésta es nuestra ya!

¡Al Padre y al que es nuestra Pascua
y al Don, por tal obra de amor,
sean ofrecidas nuestras vidas
cual cantos de resurrección! Amén.


2 DE JULIO, A.D. 2014. FERIA DEL TIEMPO PER ANNUM.




ROMPE EL SILENCIO EL GOLPE.


Rompe el silencio el golpe
piadoso del buen José;
muy fría cayó la noche
sin un refugio en Belén.

Con él la Pureza encinta
bajo la intemperie está;
siente que a su Dios muy pronto
sus brazos acunarán.

En la posada llamaron,
sitio no han querido dar…
¡El Dios que todo lo ha hecho
no encuentra ahora un lugar!...

Pasos cansados los suyos
y una esperanza vital:
María, el “Sí” del anuncio,
José, la fidelidad.

¡Vamos, la urgencia nos llama!
¡Alguien! ¡Un sitio sin más!
Sólo un establo olvidado…
y agradecidos están.

Pero en medio de esa noche,
y en aquella vaciedad
las promesas del Profeta
en un Niño han de llegar.

Romperá el silencio el llanto
del Emmanuel, nuestra Paz.
¡Gloria al Padre en las alturas
pues nos Lo ha querido dar!

Amén.

30 DE OCTUBRE, A.D. 2014. FERIA DEL TIEMPO PER ANNUM.





SEÑOR, TUS PASOS LLEVAN HASTA EL HUERTO.

Señor, tus pasos llevan hasta el Huerto,
me habla tu silencio y tu presencia;
te sigo en la agonía de tu noche,
tras poco haber seguido tu Cuaresma.

Señor, tus ojos miran en el Huerto,
me observa fijamente tu tristeza,
y por tu voz escucho que me pides:
“Quédate conmigo, reza y vela.”

Señor, ¿qué te sucede que aún no entiendo?
Te miro solitario que te alejas;
me vuelves a mirar al darte vuelta
y que ore sin cesar, me lo recuerdas.      

Señor, no pasas más de aquella piedra,
y oras confundido con el polvo,
cual peso de un madero sobre tu hombro
es esta tu oración con rostro en tierra.

Dime, mi Señor del Pan y el Vino,
¿qué dices cuando alzas la mirada?
“Padre, que de mí pase este cáliz;
pero sólo se cumpla tu Palabra.”

Pareces contemplar toda la historia,
cual hora de la Cruz que se adelanta,
te espina cuanto tienes por delante
y mi brusca vida hiere tus espaldas.

Señor, ¡mira que se abren los olivos
y que un amplio sendero te regalan!
¡Ve a tu casa Nazareno, ve a otra parte…!
Pero Tú sólo tienes una Casa:

La Pascua en la Casa de tu Padre,
la contemplas tras Cruz de Sangre y Agua.
Mi cruz será la tuya, y mi abandono
en ti  fidelidad que libra y salva.

Y en cuanto dispersada dejé mi alma
dormido en mis tabores me he quedado.
Mientras vuelves, diciendo ensangrentado:
“Amigo, ¿por qué me has abandonado?”

Señor, mis pasos llegan hasta el Huerto,
los tuyos siguen y pisan el Calvario.
Señor, mi corazón queda dormido,
mientras Tú anonadas tu costado.

Señor, mis brazos cubren mi egoísmo,
los tuyos se abren en cruz a tus hermanos.
Mis labios nada atinan a decirte
mientras tus labios perdonan mis pecados.

Por  este tu Misterio aquí en el Huerto,
en el que nuestra Cruz has soportado:
déjame tenderte mi mano en esta noche
y adorarte en tu vía hasta el Calvario.      

Amén.

                                                                                                                        HORA SANTA EN EL JUEVES SANTO, A.D. 2013.