Nona



El rezo de la Hora Nona trae consigo una especial memoria a la muerte del Señor ocurrida según los evangelios hacia las tres de la tarde (Cf. Lucas 23, 44), por esto muchos de los elementos de este Oficio hacen especial referencia a este hecho.

Sumado a esto, Nona es hora en que el día comienza su declive. En la media tarde sigue estando presente el trabajo, pero a su vez, un horizonte de cierta calma y conciencia de paso lo va inundando todo: Nona trae el recuerdo del tempus fugit.

Es también hora de encontrar al Señor que llama en medio de las tareas de cada día, al igual que a media tarde llamó a dos apóstoles que no pudieron luego dejar de escribir incluso la hora del día en que Aquel Jesús Nazareno los había llamado a seguirle: “eran como las cuatro de la tarde, y se quedaron con Él el resto del día.” (Cf. Juan 1, 39).

Todo este sentir de la Hora Nona queda explícito en uno de los himnos de Nona  para el tiempo de Cuaresma: “Déjame, Señor, gozar de tu milagro, al llegar una vez más la tarde mansa; porque Tú eres el Dios de nuestras horas, el Dios oculto de nuestra esperanza.”


Himnos de Nona.


Algunos himnos propios del Oficio de Nona.

HIMNO: FUNDAMENTO DE TODO LO QUE EXISTE
Fundamento de todo lo que existe,
de tu pueblo elegido eterna roca,
de los tiempos Señor, que prometiste
dar tu vigor al que con fe te invoca.

Mira al hombre que es fiel y no te olvida,
tu Espíritu, tu paz háganlo fuerte
para amarte y servirte en esta vida
y gozarte después de santa muerte.

Jesús, Hijo del Padre, ven aprisa
en este atardecer que se avecina,
serena claridad y dulce brisa
será tu amor que todo lo domina. Amén.
HIMNO: OH JESÚS, EN LA CRUZ HAS DEMOSTRADO
Oh Jesús, que en tu cruz has demostrado
tu gran amor, tu gran misericordia,
y tu fuerza nos das para seguirte
por el mismo camino hacia la gloria.

Que fielmente cumplamos en tu Iglesia
nuestra parte en tu obra salvadora,
y, al llegar a la tarde de la vida,
en gozo eterno el Padre nos acoja.

Gracias, Padre, a ti porque nos llamas,
a Jesús, que en su sangre nos redime,
y al Espíritu Santo, luz y guía
de este pueblo que al cielo se dirige. Amén.

HIMNO: CADA TARDE SE NOS VAN LOS DÍAS
Cada tarde se nos van los días,
y cada tarde el tiempo pasa;
se acaba nuestra vida cada tarde
y miramos la muerte más cercana.

Déjame todavía gozar el milagro
de tu luz, de tu sol, de tus albas;
déjame gozar el milagro de sentirme vivo
y de nacer para ti cada mañana.

Déjame, Señor, gozar de tu milagro
al llegar una vez más la tarde mansa,
porque tú eres el Dios de nuestras horas,
el Dios oculto de nuestra esperanza. Amén.


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