miércoles, 29 de junio de 2011

La Oración de las Horas... encuentro permanente.



¿Qué otra cosa es la Liturgia de las Horas sino encuentro con Dios? Es oración que salpica la jornada, que impregna de ánimo el día que corre con sus idas y vueltas, con sus cansancios y sus alegrías, con sus planes y sus imprevistos.Es mirar a Dios y mirar el transcurrir de un día que va dejando huellas en el alma, como canta un himno de Vísperas de Cuaresma.

La oración de las Horas es alabanza, pero es también escucha y silencio, es respuesta y petición. Más que mía es oración nuestra,oración del Pueblo de Dios; más que mía es oración de Cristo a Dios Padre, por eso mismo la Liturgia de las Horas es oración y escuela a la vez, es oración y aprendizaje, y nunca deja de ser oración de nombre de... en nombre de otros: Renueva, Señor, el alma de tu Pueblo, que por mis labios canta tu alabanza, proclama un himno de media mañana. 

Finalmente,  como oración que es, es siempre un compartir con Dios. Es oración de la Sagrada Escritura, puesto que se desarrolla íntegramente en base a la Palabra de Dios. Es beber de los Santos Padres y de todos aquellos que a lo largo del tiempo compartieron lo que el Señor les enseñó. En pocas palabras es un encuentro constante que nos impulsa a vivir la jornada plenamente.

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